La natación es un metodo por medio del cual los humanos (y otros animales) se mueven a sí mismos en el agua. Nadar es una actividad recreacional atractiva, particularmente, en paises calidos y en areas con vias acuaticas naturales. La natación también es un deporte competitivo que trae muchos beneficios a la salud, sin embargo, ciertas técnicas básicas y precauciones de seguridad son necesarias para participar en deportes acuáticos.
En la era moderna la natación de competición se instituyó en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII. La primera organización de este tipo fue la National Swimming Society, fundada en Londres en 1837. En
1869 se creó la Metropolitan Swimming Clubs Association, que después se convirtió en la Amateur
Swimming Association (ASA).
El primer campeón nacional fue Tom Morris, quien ganó una carrera de una milla en el Támesis en 1869. Hacia finales de siglo la natación de competición se estaba estableciendo también en Australia y Nueva Zelanda y varios países europeos habían creado ya federaciones. En los Estados Unidos los clubs de aficionados empezaron a celebrar competiciones en la década de 1870.
Antes de iniciar la práctica de una actividad física o deportiva, debemos planteárnosla como una sesión de entrenamiento, y considerar siempre, antes de iniciarla, que es necesaria una fase de calentamiento.
Nunca debemos de empezar a hacer ejercicio físico de forma brusca, ya que podría resultar perjudicial para nuestro organismo y para nuestro rendimiento.
Podríamos definir el calentamiento como el proceso activo que se realiza previo a la ejecución de una actividad física o deportiva, que prepara al individuo física (aumento de la temperatura muscular y articular), fisiológica (aumento progresivo de la frecuencia cardíaca y activación de los sistemas metabólicos) y psicológicamente (mejorar la motivación y la concentración) para una actividad más intensa que la normal. El objetivo es, por tanto, ingresar de forma progresiva al nivel de actividad deseado, logrando una adaptación del sistema cardiorrespiratorio y del sistema músculo-esquelético, al trabajo, disponiendo así, del máximo de energía y de una minimización de riesgos de lesiones.
Algunos de estos efectos en la adaptación son:
Elevar la temperatura local muscular y tendinosa, preparando el cuerpo para el trabajo que le espera.
Poner en funcionamiento el sistema cardiovascular de forma eficiente.
Aumentar el flujo de líquido sinovial en las articulaciones haciéndolas más flexibles.
Aumentar la velocidad de contracción y relajación.
Mejorar la condición de respuesta del sistema neuromuscular.
Disminuir la viscosidad muscular.
Aumentar el flujo sanguíneo local.
Aumentar el intercambio metabólico.
Aumentar la actividad enzimática.
Existe un concepto ampliamente demostrado científicamente, y es que el calentamiento muscular previo a la práctica deportiva, mejora el rendimiento físico y disminuye el riesgo de lesiones músculo-tendinosas, ya que mejora las condiciones de funcionalidad en el momento de inicio de la actividad.